La doble moral del perverso es un lobo disfrazado
- J.D.J
- 5 mar 2019
- 4 Min. de lectura

Bueno aquí estoy intentando retomar la escritura, no pude dejar de lado la angustia que me produjo la noticia recientemente acaecida en mi provincia, (Tucumán) algunos de los titulares decían “Le impiden la ILE (Interrupción Legal del Embarazo) a una niña de 11 años violada por la pareja de su abuela” hecho que nos mantuvo, al menos a mí, sin poder conciliar el sueño ¿Cómo dormir, ante tal horror tocando a la puerta? Como dice aquella canción con que suelen salir a jugar los niños: ¿el lobo esta? Si, está (le contesta un adulto disfrazado de lobo) ES EL ESTADO, ese lobo feroz que se come a lxs niñxs y les coarta sus derechos, recordemos como la ILE fue debidamente establecida dentro de un código penal, allá por 1921, y sin embargo esto no impidió que las autoridades de turno a cargo de llevar a cabo este derecho que le correspondía a Lucia, la niña víctima de esta doble tortura, la de haber sido ultrajada y vulnerada en su infancia, y la otra tortura, la de haberla OBLIGADO a seguir engendrando el producto del violador Eliseo Victor Amaya, difícil obviar las propias palabras de la niña suplicando “quiero que me saquen esto que me puso adentro el viejo” porque ESO, si ESA COSA, no es un bebé ni una vida a salvar, es un producto de un hecho traumático, una violación, y no hay palabras para intentar describirlo.
La tortura recién comenzaba para Lucia, fue obligada a ser madre, una madre que no existe, solo en el imago de estos sectores de fanáticos, quizás en veneración de ese relato que poseen de una “virgen madre”, tarea encomendada por dios, como la elegida para llevar en su vientre el producto de la gracia divina, pero las realidad como siempre supera las ficciones, a Lucia se le encomendó, socialmente ser madre, ya no se le otorgaría el derecho de elegir sobre su cuerpo, por ser menor dicen (que más perverso que negarle los derechos a los niñxs), le practicarían una cesárea “de urgencia”, disfrazando el acto cruel tras la máscara de la “objeción de conciencia” o como yo prefiero decirle “obstrucción de conciencia”, un disfraz bien hecho a la medida de aquellos que prefieren lavarse las manos cuando la vida de una niña corre riesgo, no solo a nivel orgánico, sino también subjetivo, esa pobre niña perdió su infancia como la conocía hasta ese momento.
Encontraba necesario poder decir algo con respecto a esta dolorosa tragedia de Lucia, y por qué no, de todos nosotros como adultos pertenecientes a una sociedad que vulnera derechos y desprestigia el saber y la verdad subjetiva de lxs chicxs, yo me pregunto si es solo por el hecho de que son menores o hay algo detrás, mucho más perturbador, y es que guste o no a algunos, ellxs son SUJETOS DE DERECHO, y como tal CIUDADANOS, hay que escucharlos, creerles su verdad, protegerlos y brindarles herramientas para defenderse de los fieros lobos que no temen engullirlos en sus fauces.
Los que vivimos de cerca esta noticia, y no solo me refiero a seguirla por los medios, sino al mismo hecho de que transcurrió en Tucumán, lugar en el que muchos crecimos y donde se forjaron nuestras infancias, pensé mucho en Lucia, en las tantas Lucias que habrá en Tucumán, sintiéndose solas, con miedo y bajo la amenazada de guardar un atroz silencio que les arrebata el deseo de vivir.
Siempre nos hicieron creer e imaginarnos que un perverso es un “tipo malo” alguien que es malo por naturaleza, es otro imago socio-cultural establecido, pero la trágica realidad nos demuestra que un perverso sabe disfrazarse, al igual que un actor no teme desfigurar sus verdaderas intenciones.
Esto está haciendo el Estado argentino, está dejando desnudos a lxs niñxs y negándole sus derechos y es fácil dejarse engañar por los discursos amarillistas en contra del aborto, sea del tipo que sea, el aborto nunca es ni será una salida fácil como dicen por ahí, ninguna mujer estará obligada a tomar esa decisión, pero mientras siga en la horrible clandestinidad, si seremos obligadas, como Lucía, a parir y a expulsar un producto que no es nuestro. Tengo mucho respeto con estas palabras que van saliendo porque no quiero que este relato sea interpretado como que “ahora las aborteras usaran a las víctimas para defender su proyecto” este también es un pensamiento perverso ya que ubica la culpa en el otro y lo responsabiliza por su violenta violación. A Lucia si la usaron, para representar un receptáculo, ni siquiera un cuerpo había ahí, le realizaron un corte, el de la cesárea premeditada ya que solventaron la ILE hasta ese punto, donde ya no tendría otra opción que dar ese producto en adopción, porque como dicen los fanáticos religiosos, es obra y gracia del señor, es su deber, se olvidaron de que allí en se cuerpo de niña habitaba Lucia, con sus sueños, sus juguetes (increíble el relato de la Dra. Ousset, C. cuando cuenta que halla a Lucia jugando con su muñequitas y se le viene la imagen de su propia hija) le arrebataron, al decir de Arendt, H. la condición humana.
Queridos lectores hay que alarmarse, eso es lo único que puedo decirles, desde la angustia que me hace escribir estas tristes palabras, alarmémonos porque la sociedad le está arrebatando la infancia a los niños, se los está metiendo en una bolsa y pronto caerán en el vacío, por eso es fundamental no quedarnos callados, no olvidemos que como adultos es nuestra responsabilidad cuidar a esos menores, estén o no bajo nuestra tutela, si no ¿en que nos convertiremos haciendo la vista gorda? Solo en lobos, feroces lobos.
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